Introducción:
La repostería es un arte que transforma ingredientes simples en delicias que deleitan nuestros sentidos. Entre las joyas de este arte se encuentran los hojaldres de masa choux, una preparación clásica que encierra en su interior el perfecto equilibrio entre lo crujiente y lo suave. Hoy, te invito a sumergirte en el delicado proceso de crear estos exquisitos bollos de crema, que prometen ser el centro de atención en cualquier reunión o el complemento perfecto para tu café matutino. Esta receta es una puerta de entrada al mundo de la pastelería francesa, diseñada para guiarte paso a paso en la elaboración de 25 maravillosos hojaldres de crema.
Receta:
Ingredientes para 25 bollos de crema
- 250ml de agua
- 100g de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 150g de harina 00
- 4 huevos
Cómo hacer masa choux:
En una cacerola de fondo grueso, ponemos a hervir el agua junto con la mantequilla y una pizca de sal.
En cuanto el agua haya llegado a ebullición, retiramos el cazo del fuego y añadimos la harina y el azúcar de una vez.
Mezcla con una cuchara de madera hasta crear una mezcla homogénea.
Vuelve a poner la mezcla al fuego y continúa revolviendo hasta que la mezcla se desprenda de los lados y cree una pátina blanca en el fondo.
Retirar del fuego y dejar enfriar la pasta unos minutos. Mueva la masa al tazón de una batidora de pie y agregue los huevos uno a la vez, mezclando bien cada huevo antes de agregar el siguiente.
Continúe mezclando hasta que la masa choux se vuelva grumosa, suave, homogénea y semibrillante. Dada la diferencia en la capacidad de absorción de cada harina y el diferente peso de cada huevo, es buena idea añadir el último huevo batiéndolo en un bol y luego introduciéndolo una cucharada a la vez. La masa choux estará lista cuando no se caiga de la cuchara al agitarla.
Luego utilice la masa choux para hacer bollos de crema, éclairs o zeppole San Giuseppe.
Direcciones:
Recuerda que para cocinar los hojaldres de crema debes hornear en horno precalentado a una temperatura de 220°, luego bajar la temperatura a 180° y hornear los hojaldres de crema: cocinar durante unos 20-25 minutos. Antes de sacarlas del horno, déjalas en el horno 10 minutos con la puerta abierta. Luego úsalos una vez que estén fríos.
Historia y origen de la masa choux
La masa choux, un pilar indiscutible de la repostería francesa, tiene un origen tan fascinante como su textura única. Esta masa ligera, que se infla durante la cocción para formar una cavidad en su interior, es el resultado de siglos de evolución culinaria. Su historia se remonta al siglo XVI, bajo el reinado de Catalina de Médici en Francia. Originalmente desarrollada por los cocineros italianos que la acompañaron a Francia cuando se casó con Enrique II, la masa choux ha sufrido transformaciones que la han llevado a ser lo que conocemos hoy.
El término «choux» significa repollo en francés, haciendo alusión a la pequeña forma redondeada de los productos horneados hechos con esta masa, similares a pequeños repollos. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando Antoine Carême, considerado el primer chef celebridad y un pionero en la cocina francesa, perfeccionó la receta. Carême introdujo innovaciones que mejoraron la textura aireada y ligera de la masa, estableciendo las bases de la repostería moderna.
La masa choux se caracteriza por su preparación única, que implica cocinar la masa en una olla antes de hornearla. Esta técnica permite que el agua presente en la masa se convierta en vapor durante el horneado, lo que le da su textura hueca y ligera. A lo largo de los años, esta masa ha servido como base para una variedad de delicias francesas, desde éclairs y profiteroles hasta gougères y Paris-Brest, demostrando su versatilidad y su lugar central en el arte de la repostería.
Importancia en la repostería francesa
La masa choux no es solo un componente de la repostería francesa; es una expresión de la elegancia y la innovación que define a la cocina francesa. Su importancia trasciende la simple preparación de postres; es un testimonio de la historia culinaria de Francia y de su influencia en el mundo. La habilidad para preparar una masa choux perfecta se considera un arte, un rito de paso para los chefs pasteleros que buscan dominar la repostería francesa.
La versatilidad de la masa choux es, sin duda, una de las razones de su prominencia en la cocina francesa. Capaz de transformarse en dulces bocados de cielo o en aperitivos salados, la masa choux se adapta a una amplia gama de sabores y rellenos, desde la crema pastelera hasta el queso. Esta capacidad para fusionarse con diversos ingredientes refleja la esencia de la cocina francesa: la adaptabilidad y la búsqueda constante de la perfección.