bizcocho esponjoso Un yogur 🥛, 4 huevos 🥚 y sin azúcar: ¡la receta con sólo 120 calorías! 😋

Introducción

Bienvenidos a una nueva entrada en nuestro blog, donde el arte de la cocina se encuentra con la pasión por un estilo de vida saludable. Hoy, tengo el placer de compartir con ustedes una receta excepcionalmente deliciosa y sorprendentemente baja en calorías que promete deleitar a todos, sin importar sus objetivos de dieta o preferencias culinarias. Imagínese poder disfrutar de un bizcocho suave, esponjoso y lleno de sabor, todo mientras mantiene su conteo calórico al mínimo. Sí, es posible, y la receta que estamos a punto de explorar es la prueba perfecta. Con solo unos pocos ingredientes básicos y sin azúcar añadido, esta maravilla culinaria es la opción ideal para un desayuno nutritivo, un postre ligero o incluso como un snack saludable para cualquier momento del día. Prepárense para ser sorprendidos por este delicioso bizcocho que no solo es fácil de hacer sino que también es amigable con su dieta. Sin más preámbulos, vamos a sumergirnos en el mundo de la repostería saludable con nuestra receta estrella del día.

Ingredientes:

Para esta receta necesitamos:
● Huevos, cuatro
● Yogures naturales, 350 g
● De stevia, tres cucharadas
● De fécula de maíz (maicena), tres cucharadas
● Sal, según sea necesario
● Azúcar de vainilla, una cucharadita
● Azúcar glas, al gusto para espolvorear

Preparación:

1️⃣ Al tratarse de un bizcocho, comenzaremos con las operaciones previas habituales: precalentar el horno a 170 grados y forrar un molde para bizcocho de unos veinte centímetros de diámetro con papel de horno. Podemos engrasar y enharinar o mojar y exprimir el papel para que se adhiera bien al molde.

2️⃣ El siguiente paso es romper los huevos, separando las yemas de las claras. Montaremos las claras a punto de nieve con unas varillas eléctricas, habiéndolas sazonado previamente con sal. La batidora debe funcionar a máxima potencia durante cinco o seis minutos.

3️⃣ En cuanto a las yemas de huevo, las trabajaremos junto con la stevia hasta obtener una mezcla uniforme, espumosa y de color claro.

4️⃣ A continuación, añadimos la maicena, el yogur y el azúcar de vainilla: mezclamos estos tres ingredientes. Luego, con una espátula, incorporamos las claras batidas a la mezcla. Lo haremos en tres veces, lentamente y de abajo hacia arriba, para airear la mezcla.

5️⃣ Ahora sólo nos queda verter esta mezcla en el molde para bizcocho que preparamos al principio, nivelarlo y luego meterlo al horno durante treinta o cuarenta minutos. Pasado este tiempo, apagaremos el horno sin sacar el bizcocho y lo dejaremos enfriar al menos 15 minutos, con la puerta abierta.

6️⃣ Finalmente, lo sacamos del horno y lo espolvoreamos con azúcar glas.

¡Buen trabajo, diviértete y buen provecho!

Conseguir un bizcocho esponjoso es el sueño de cualquier aficionado a la repostería. La clave para alcanzar esa textura perfecta y aireada reside en una combinación de técnicas precisas y ajustes específicos de temperatura y tiempo de cocción. Aquí te ofrecemos algunos consejos esenciales para que tu próximo bizcocho sea el mejor de todos.

Primero, la importancia de batir las claras de huevo hasta alcanzar el punto de nieve no puede subestimarse. Este proceso incorpora aire a la mezcla, lo cual es crucial para la ligereza del bizcocho. Asegúrate de que las claras estén a temperatura ambiente para maximizar su volumen al batir. Además, añadir una pizca de sal puede ayudar a estabilizarlas y obtener una mejor estructura.

La temperatura del horno es otro factor determinante. Precalentar el horno a la temperatura correcta antes de introducir el bizcocho es un paso que no debe pasarse por alto. Para este tipo de recetas, una temperatura de 170 grados Celsius es ideal. Cocinar el bizcocho a una temperatura demasiado alta puede causar que se dore demasiado rápido por fuera, mientras que el interior permanece crudo.

El tiempo de cocción es igualmente crucial. Un bizcocho esponjoso necesita el tiempo adecuado para desarrollarse sin secarse. La mayoría de las veces, entre treinta y cuarenta minutos será suficiente, pero este tiempo puede variar dependiendo del horno y del tamaño del molde. Es recomendable comenzar a verificar el bizcocho unos minutos antes del tiempo mínimo sugerido, insertando un palillo en el centro. Si sale limpio, el bizcocho está listo.

¿Puedo usar otro tipo de edulcorante en lugar de stevia?

Sí, puedes usar otros edulcorantes como el eritritol o el xilitol siguiendo una proporción equivalente. Sin embargo, si prefieres usar azúcar tradicional, ten en cuenta que esto alterará el contenido calórico total de la receta.

¿Es posible añadir frutas o nueces a la mezcla?

Incorporar frutas o nueces puede agregar textura y sabor al bizcocho. Asegúrate de añadir estos ingredientes después de haber integrado las claras batidas para evitar que se hundan al fondo. Las frutas como los arándanos o trozos pequeños de manzana son excelentes opciones.

¿Cómo sé si el bizcocho está completamente cocido?

La prueba del palillo es el método más confiable. Inserta un palillo en el centro del bizcocho; si sale limpio, el bizcocho está listo. Otro indicador es que el bizcocho se despegue ligeramente de los bordes del molde.

¿Cuál es la mejor manera de conservar el bizcocho para mantener su frescura?

Para conservar el bizcocho, primero asegúrate de que se haya enfriado completamente. Luego, envuélvelo en film transparente o guárdalo en un recipiente hermético. Puedes conservarlo a temperatura ambiente si el clima no es muy cálido o húmedo; de lo contrario, refrigéralo.

¿Cuánto tiempo puedo almacenar el bizcocho antes de que se ponga duro o seco?

Si se almacena correctamente, el bizcocho puede mantenerse fresco de 3 a 5 días a temperatura ambiente o hasta una semana en el refrigerador. Para una conservación más prolongada, puedes congelarlo envuelto en film transparente y luego en papel de aluminio por hasta tres meses. Descongélalo a temperatura ambiente antes de servir.

¿Puedo hacer el bizcocho sin fécula de maíz?

La fécula de maíz ayuda a darle estructura al bizcocho. Si necesitas sustituirla, puedes usar harina de trigo o de almendras en una proporción similar, pero esto puede cambiar la textura y el contenido calórico.

Conclusión

El resultado es un bizcocho tan esponjoso y delicioso que es difícil creer que solo contenga 120 calorías por porción. Esta receta no solo es una prueba de que se puede disfrutar de los placeres de la vida sin comprometer nuestros objetivos de salud, sino que también nos recuerda la importancia de la creatividad en la cocina. Al experimentar con ingredientes alternativos y técnicas de cocción saludables, podemos transformar las recetas tradicionales en versiones más ligeras que se adaptan perfectamente a nuestro estilo de vida. Espero que esta receta inspire a muchos de ustedes a explorar más opciones saludables y a descubrir el placer de cocinar comidas que nutren tanto el cuerpo como el alma. ¡Buen trabajo, diviértanse en la cocina y buen provecho!